La legendaria bestia Gledamir (Relato 47)


Diario de Lucius Badal

Febrero/19/1450


He llegado a las montañas Hadue en donde la leyenda reza que el legendario guardián astral Gledamir mora.



He buscado a este legendario Fénix por 20 años. Desde que aquella deidad apareció ante mi para advertirme de los sucesos que darán lugar en el continente Frey, de donde provienen los ejércitos mas grandes y poderosos de nuestro mundo Dalín; aun así, ni el ejercito mas poderoso de elfos podría derrotar a la amenaza que los vientos del destino trae para nosotros.


Febrero/25/1450

He recorrido estas montañas durante varios días con la esperanza de vislumbrar al legendario Gledamir o por lo menos hallar alguna pista que me guíe en la dirección correcta para dar con el, pero el inclemente clima de estos picos me ha hecho retroceder en mas de una ocasión para buscar algún refugio.

He traído conmigo a 4 guardianes astrales que han unido sus fuerzas conmigo. Conmigo han venido un Necroria, un Istris, un Vailer y un Artoria, sin ellos nunca hubiera podido acceder a estas montañas y aun si lo hubiese hecho, no estaría vivo en este momento. Espero que esta odisea no se prolongue por mucho tiempo ya que las provisiones están acabándose y temo morir en este sitio.

Todo este esfuerzo es por mi nieta quien acaba de nacer y aun no la conozco, por lo tanto no puedo morir aquí.

Marzo/10/1450

La soledad de este sitio ha empezado a afectar mi estado de animo, por lo que he pensado en regresar para pedir ayuda pero es imposible ya que estaa tarea me fue encomendada especialmente a mi y debo cumplirla a cabalidad.

Hace 20 años un ser de gran poder se presentó ante mi para hablarme de un evento llamado "La Legendaria Gran Guerra". 

Al paso de 50 años a partir de ese día, un gran mal regresaría a Dalín con la intención de sumergir todo en los océanos de la oscuridad dando pie a este evento cataclísmico. Desde luego no tengo muchas esperanzas de estar vivo dentro de 30 años pero será mi nieta Stella quien tendrá el desdichado honor de luchar por el destino de todos los seres vivos de este mundo en esa oscura época, que de manera lenta pero segura acorta su paso hacia nosotros. No estoy seguro de poder soportar esto por mas tiempo pero sin Gledamir de nuestro lado las generaciones futuras estarán en desventaja cuando llegue el momento de "La Legendaria Gran Guerra.

Marzo/21/1450

He encontrado marcas de garras sobre una roca, en tanto tiempo es la única pista que he encontrado y al tiempo es un rayo de esperanza. Lo único que me queda por ahora es esperar a que la nieve deje de caer y utilizar los poderes de los guardianes astrales para sobrevolar el terreno.

Marzo/25/1450

Parece que la temporada de nevadas ha terminado, la bruma ha empezado a disiparse enseñándome el camino que debo seguir aunque debo decir que no es para nada alentador.

Parece que en la cima de la montaña hay una edificación, algo así como un santuario o un templo, por lo que puedo deducir que el legendario Gledamir es mucho más que una bestia sin raciocinio o inteligencia. Si tiene un templo como hogar esta más que claro que es un ser superior y honestamente no estoy seguro de pelear o razonar con el.

Como sea, si toda esta cadena de acontecimientos llegase a culminar en una confrontación con el Fénix, cuento con  mis guardianes astrales y con mi espada Neghme la cual es una reliquia de los dioses que me fue concedida por aquel ser superior como una herramienta para defender a Dalín de cualquier futura amenaza.

Abril/16/1450

Ha pasado casi un mes desde la última vez que visité las páginas de este diario y lo que puedo decir es que la cima de esta montaña aun está muy lejos de mi alcance.

Las provisiones escasean de manera considerable y mis energías empiezan a menguar con cada minuto que transcurre y mis guardianes astrales de igual manera se encuentran notablemente agotados, sin embargo si no encuentro al Fenix, la batalla que dará lugar dentro de 30 años será poco menos que una causa perdida. 

Abril/30/1450 

He notado que en esta parte de la montaña el aire es mas delgado, lo cual es una señal de que la cima esta cerca así que pienso asentarme en este lugar por una semana para recobrar algo de energía y de esta forma poder enfrentar lo que sea que se encuentra en ese templo.


De igual modo creo que debo entrenar con mis guardianes ya que, aunque seguramente no habrá viaje de regreso debo tener suficiente energía y destreza para un escape de ser necesario. 


Mayo/08/1450


He recobrado algo de fuerzas y de igual manera mis guardianes. Es hora de subir lo que falta de la montaña para alcanzar la cima y terminar con esto.

Junio/15/1450 

Ha pasado mucho tiempo desde que llegué a estas majestuosas montañas con la intención de regresar con Gredamir, sin embargo aquel ser legendario ha seguido mis movimientos durante todo este tiempo.

El ha estado al tanto perfectamente de todos mis movimientos y mis intenciones, lo que es peor. Creo firmemente que este ser superior ha sido el causante de los cambios climáticos que han venido suscitándose a lo largo de estos meses y el fue quien me permitió llegar al templo exitosamente.

Así es ! Justo al día siguiente de mi última memoria conseguí arribar al templo en la cima de la montaña y mi sorpresa fue abismal al notar que aquella bestia mística se encontraba posada sobre una suerte de altar, orgullosa y con cierto dejo de arrogancia en la forma como levantaba su pico.

Yo, armado con mi espada y listo para invocar a mis guardianes astrales me acerqué a el cautelosamente, sin embargo, todo lo que el ave hacía era mirarme fijamente a los ojos. Pero su mirada no era desafiante o violenta, era una mirada totalmente pacífica y de alguna manera, incluso amistosa.

Por un lapso de tiempo que tal vez no superó los 2 minutos estuvimos mirándonos fijamente, aunque para mi parecieron siglos.

Su mirada era noble y poderosa, tal como la mirada de un guerrero preparado para la muerte, como la mirada de un guerrero que ha sobrevivido a mil batallas y aun así tiene la humildad de mirar a un inferior directo a los ojos, como un igual. 

Esta mirada hizo que me diera cuenta que pelear era inútil, este guerrero tan solo con su mirada había ganado mi respeto absoluto y no tenia ningún deseo de lastimarlo o tan siquiera intentarlo, así que sin darme cuenta dejé caer mi espada consolidando mi rendición absoluta.

Gledamir únicamente emitió un sonido con su voz, extendió sus enormes alas y emprendió el vuelo.

Ahora, tendré que meditar y esperar al día que volvamos a vernos.  La única diferencia es que no pienso luchar con el ya que mi espada se rindió. 

Hablaré con el y pediré por su ayuda. De un guerrero a otro.

Escrito por: Norman Leguizamon
Arte: Norman Leguizamon

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